viernes, 30 de diciembre de 2011

En la carretera

Parece increíble ahora que ya estamos en el Hotel de Berlín, pero ha sido una odisea de las gordas, y eso que soy experto en éstas. Teníamos que salir de Valencia sobre las tres o cuatro de la mañana del jueves para llegar a comer con mi familia en el sur de francia, retomar la marcha y seguir al Norte para dormir en Colmar, verlo y seguir de pasada a estrasburgo y de ahí a Berlín directos a la academia a apuntarnos esta tarde. Ése era el guión.

Pero todo siempre se tuerce y ya el miércoles nos dimos cuenta que había mucha tela que cortar:muchas cosas que vaciar del piso de mi mujer, muchas que repartir, y demasiadas para el coche de ella. Encima habia que esperar a que abriera correos así que se dejó abierta la salida, que acabó siendo pasadas las 12 de la mañana cual domingueros y cargados como moros bajando la ap7 a por los ferrys del argel.

Y tampoco he dicho cómo y cuántos veníamos. Hemos venido 10 seres: un homo horribilis, una mujer, dos gatas y 6 cachorros de 15 días, problemón de última hora, en un compacto de 2006 cargado hasta la bandera, monitor de 27, cámaras, portátiles, utensilios de comida, libros de las universidades, ropa, ropa de cama y unos 10 kilos de comida de nuestras familias, de hecho aún podríamos comer varios días más de eso.

Temiendo por cómo se iban a comportar los bichos en el coche ( es fácil que a la madre se le corte la leche, los pequeños palmen, se peleen...) subimos por la siempre en obras y asquerosa ap7 hasta la frontera gala sin demasiadas complicaciones, salvo llevar 8 horas de retraso. Es 29 de diciembre pero hace bueno, y según las previsiones lo hará hasta la capital germana. Pasamos por donde mi familia pero no hay tiempo de parar, la noche ha caído y el termómetro con ella. Paramos muy poco, cada tres horas o así y no más de 20 min, menos que cuando viajas con algún meón o yonkis del tabaco, los gatos no san problemas y aguantan como campeones.

Empieza a ponerse feo y precipitar, y al elevarse el terreno y bajar la temperatura se convierte rápidamente en nieve. Quedan como 100 y pico kilómetros para Colmar y se hace un mundo. No cuaja de momento pero es cuestión de tiempo, mientras continúen los camiones lo haremos nosotros. Empezamos a disminuir la velocidad a la suya, hasta que me meto detrás de un trailler a rebufo, y continuamos lastimosamente hasta que él no puede más y se echa al arcén. Ya cuaja y se intensifica el nevasco, bajo la velocidad a 50 como un flanders y sopesamos parar a poner las cadenas, lo que las hará inservibles si para y un coñazo, a lo que decidimos continuar, al rato bajamos altura y sube la temperatura y la nieve se hace agua de nuevo y aumentamos la marcha hasta el destino. Etapa superada. Son la 1 y algo, a dormir poco y mal y mañana será otro día.

Nos levantamos pronto y vemos el pueblo. Para el que no haya estado en suiza o baviera una pasada, y para los que sí, no deja de ser atractivo, se nota que fue región alemana;)
Después 80 kilómetros al norte a estrasburgo, central europea tallada de la misma forma que Colmar, y pasar la frontera alemana.

Hace buen tiempo de nuevo y hay que aprovechar:recibo el beneplácito de apretarle al coche ya que no hay límite de velocidad en las autobahns y vemos el astra surcar el mapa a 200 kilómetros por hora. Tiene motor y la caja de cambios es larga...pero está emperrado, tiempo al tiempo y correrá más, vaya que si lo hará;).

Quedan muchos kilómetros y se pone feo de nuevo y la nieve amenaza de nuevo aunque se queda en lluvia mayormente, queremos llegar lo más pronto posible pero se nos echa la noche encima. A pocos kilómetros de la capital hay un gra atasco que nos desquicia un poco más pero a las 19:15 estamos en la puerta de la academia...que ha cerrado a las 19. Vuelta rápida por el atractivo barrio y al hotel, muy bonito y provisionado pero a las afueras.

Aún no nos creemos que estemos aquí. 2300 kilómetros y a verlas venir.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Buscar piso en Berlín (desde España)

Cuando ya decides el barrio en el que quieres vivir, y te pones a googlear en busca de una vivienda, hay una serie de factores nuevos a considerar para alguien que viene de España. Aparte de las inmobiliarias y los anuncios en páginas de pisos, las páginas que parten el bacalao en internet son estas dos: http://www.studenten-wg.de/ y http://www.wg-gesucht.de/. Ya dependiendo de lo que busques, habitación, estudio, subalquiler, intercambio...empiezan los problemas.

Primer problema: el idioma. Los alemanes son muy guapos y muy inteligentes pero de "racistas" o xenófobos algo tienen porque les escribes en inglés y no te contestan, y si lo haces a través de traductor o en alemán indio tampoco. Y si consigues que te contesten surgen nuevos problemas, quieren una entrevista personal, cosa imposible porque estás en otro país, y además te piden la SCHUFA , que poniéndolo en google ves que es un documento que acredita que no eres un moroso, pero que evidentemente tampoco podrás dar.

Así que buscas y rebuscas, pensando en que tendrás que dormir en hotel o al raso y descubres
http://berlin.en.craigslist.de/sub/, la versión germana de craiglist, un directorio internacional de anuncios de segunda mano, en donde el link en particular se refiere a sub arriendos, es decir, a gente que tiene su contrato legal de alquiler pero por h o por b alquila su apartamento o habitación por días, semanas, meses o temporadas. Como aquí sí que les interesa llegar a un gran público, directamente ponen el anuncio en inglés y evidentemente te contestan en la misma lengua.

Así que así estamos, a tres días del éxodo con un piso apalabrado ( mañana sabremos qué pasa con él) en la zona que queremos ( Neükolln) y con los trastos por recoger, mañana veremos si hemos de recurrir de nuevo a la búsqueda o no.

Tres días.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Cosas que echaré de menos de Valencia

Claro que no todo es fácil. Ya estuve viviendo fuera, en el Reino Unido hace muchos años, y las cosas que echaré de menos son casi las mismas, más la familia. Increíble pero cierto, hace un par de meses que mis padres ya lo saben y no hacen más que organizar comidas y cenas todas las semanas con cualquier excusa. De hecho, viví 28 años con ellos y desde que tenía 16-17, los veo casi más ahora que antes, y eso que no vivo con ellos....

Los amigos claro, aunque ya los vea muy poco no es lo mismo estar a 10 kilómetros que a 2.000, y el teléfono e internet no son lo mismo, vendré a menudo y espero que alguien suba a verme, pero las relaciones humanas marcan, a pesar de lo insociable que sea uno...

¡Materialismo! Claro! echaré en falta mi PS3, mi bici, mi super ordeñador ( aunque la pantalla me la llevo) mis libros, mis juegos, mi bici, mi coche! mi mi mi mi mi mi MOTO! qué vamos a hacer pequeña contigo? yendo estos días en moto de noche, vestido con una camiseta y una chaqueta y sin guantes, miro de soslayo al norte en donde a todas luces podré ir en bici con el doble de ropa, y siendo optimistas no habrá moto hasta mayo....el que algo quiere algo le cuesta.

La ropa! aquí no hay semana en que no vaya en manga corta y allí no la habrá en que no use el abrigo.......

domingo, 18 de diciembre de 2011

¿Por qué Berlín?


Mucha gente me pregunta que por qué elijo Berlín en primer lugar a la lista deseable de residencia, qué tiene de especial, qué no, y eso que saben que he visitado la mayoría de las capitales europeas, aparte del típico NY o disparates como Tokio o Egipto. "Si pudiera elegir un lugar para vivir de todos los que he visitado, ése sería Berlín" digo siempre.

Me resulta muy difícil explicar el por qué, y por más que busco las razones me voy por las ramas. Quizás las encuentre allí, quizás me desencante a la semana de desembarcar, pero equivocarse es un derecho Universal y estoy dispuesto a utilizarlo sin ningún tipo de medida.

Voy para los 30 años y eso es algo que no puedo cambiar, si pudiera haber elegido cuándo nacer no hubiera sido en los principios de los 80, como tampoco habría sido en una ciudad segundona de españa, pero como especular es muy gratuito y general, lo dejaremos en que no es de mi agrado. Por lo tanto por fuerza mayor no pude vivir ni el primer esplendor de Berlin de los años 20 ( olvídate de Nueva York) como la capital de las artes ( cine, teatro, música, poesía, literatura, periodismo...) de la vida política y de la actividad social como máxima, que acabaría con el nazismo y la segunda guerra mundial, devastando la ciudad hasta el segundo esplendor, llevado a cabo por el pueblo, derribando el muro y mezclándose de nuevo en una ciudad vieja, una ciudad nueva, libre, con un futuro incierto. Una capital recobrada, pero única, sin industria, con terribles tasas de paro, en la que yo tenía 6 años, que se modernizaba y humanizaba mientras crecía como yo, y poco a poco volvía a ser la capital del mundo, un lugar agradable para vivir en armonía con un mundo desarmonioso.

Con una pizca de sensación de llegar tarde, como el que ahora se quiera ir al decadente Londres o a Irlanda, para mí la oportunidad está madura, desde que la visitara por primera vez hace casi 4 años, y desde entonces soñara con los meses que vendrán ahora.


Para intentar buscar un qué es, vamos a intentar cercarlo a través de lo que NO es. Berlín es la capital de Alemania, el motor de europa, pero a pesar de eso es un sumidero de paro, y esto es, que no hay trabajo. La gente me quita el poco crédito que me daba cuando le digo que en Berlín no hay trabajo, ¿Y para qué te vas?, me dicen, pero es que aquí tampoco hay, ni habrá, y en el desafío, en el reto está la vida. En centros industriales alemanes como Múnich o Stuttgart hay trabajo para pollos recién salidos de la facultad por 50 y 60 mil euros al año, pero yo tampoco soy ingeniero, y gente que aquí vive bien con carreras de letras como derecho, allí se muere de hambre si no habla un alemán perfecto, lo que también cierra el futuro por ahí. Como rebelándose contra este hecho, la vida en Berlín es barata. Un piso en el centro vale, con todos olos gastos derivados ( luz, gas, internet, etc) unos 500 euros, algo por lo que se consigue poco más que una habitación en Madrid o Barcelona. La compra del super vale lo mismo, se puede circular en bici realmente, y el transporte público funciona, aunque éste sí que es caro. La gente es amable, incluso para ser alemanes, y el crisol de culturas es evidente a simple vista. La vida académica es sobresaliente y se puede estudiar lo que quieras, aparte de las academias de alemán que hay a decenas.

Pero esto tampoco es el detonante de el rumbo a Berlín. Este blog va a ir de eso, de qué hay allí de especial , de hasta cuándo durará, cómo y por qué.

11 días y nos vemos en el camino.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Empezando....

A poco más de 15 días para la marcha las dudas siguen vigentes, los miedos y el vértigo son los mismos, pero la determinación también. Me hace gracia ahora que está tan de moda en los periódicos, en las noticias de la tv y en los reportajes la de españoles que emigran de nuevo como en los años 50 y 60, MUCHA gracia, ya que no sé qué tiene que ver eso con la crisis o la actualidad. Los que son ingenieros no sé por qué han esperado a quedarse en el paro para irse, cuando después de estar un montón de años en la universidad , currar por mil y pico euros ( con suerte) ya dice mucho de sus espectativas. Parece que sólo hay futuro para ellos y que sólo ellos tienen derecho a emigrar, pero la realidad es que partiendo de la base que sea, el futuro está lejos de aquí.

Este blog va a tratar sobre el éxodo hacia Berlín, veamos cómo sale.